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Historia del Rock - La música que cambió el mundo

Historia del Rock - La música que cambió el mundo

of: Jordi Sierra i Fabra

Ediciones Siruela, 2016

ISBN: 9788416854653 , 272 Pages

Format: ePUB

Copy protection: DRM

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Price: 9,99 EUR



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Historia del Rock - La música que cambió el mundo


 

Capítulo 1

Qué pasó antes


Un nuevo mundo

Se dice que la historia del rock comenzó en 1953, cuando un DJ llamado Alan Freed se inventó el término «rock and roll». Se dice que nació el 12 de abril de 1954, cuando un músico llamado Bill Haley, al frente de su grupo los Comets, grabó la canción «Rock around the clock», considerada el primer hito sonoro de esta historia. Pero ya antes, entre 1951 y 1952, se habían sentado las bases del fenómeno musical más importante del siglo XX, mantenido hasta hoy con pleno vigor, y ya antes las palabras «rock» y «roll» habían aparecido en algunas canciones.

Vayamos hacia atrás. ¿Por qué, de pronto, aparecieron cantantes y grupos formados por tres o cuatro miembros, tocando guitarras y baterías, cuando hasta finales de los años cuarenta lo que imperaba eran las grandes orquestas con sus solistas privilegiados? ¿Por qué ese cambio tan radical? Y, sobre todo, ¿por qué esa música rompió las barreras del pasado y dio un nuevo lenguaje a los jóvenes del momento?

Hubo una suerte de acontecimientos que provocaron este cambio fundamental en los Estados Unidos primero, y en Inglaterra después. Por un lado, la ruptura social que representó la Segunda Guerra Mundial. Por el otro, la emigración de la comunidad negra americana dentro de su propio territorio. En tercer lugar, la aparición de los llamados mass media (medios de comunicación de masas), que en muy pocos años lograron la primera globalización mundial. Entre 1956, año de la explosión del rock and roll, y 1967, año del primer programa de televisión visto a la vez en los cinco continentes, solo media una década. En este tiempo los tocadiscos se hicieron baratos y al alcance de todos los bolsillos (antes eran un aparato de lujo para hogares con poder adquisitivo), la aparición del Long Play (LP) facilitó y democratizó la venta de discos, y la guitarra eléctrica se erigió en estandarte y convirtió al rock and roll en un grito. El grito rebelde de los nuevos tiempos.

Bill Haley

Finalmente y desde entonces, hablamos de la Era del Rock y del Rock como símbolos de la música que cambió el mundo.

La guerra

Todavía en los años sesenta, la segregación racial era muy estricta en los Estados Unidos, sobre todo en los estados sureños. Sin embargo, en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) blancos y negros combatieron juntos en las trincheras, codo con codo, tanto en Europa contra Hitler como en el Pacífico contra los japoneses. La música tuvo en ese tiempo un primer hermanamiento. Al acabar la guerra, por desgracia, los negros volvieron a ser tratados como ciudadanos de segunda y se produjeron los grandes cambios demográficos que modificaron el mapa del país. En los años treinta vivían en California 80.000 negros, y en 1950 llegaron al medio millón. Lo mismo sucedió en otras ciudades. Chicago pasó de 390.000 a 650.000 y Michigan de 200.000 a 450.000. Este desplazamiento, de sur al norte y al oeste, cambió el mapa de los Estados Unidos. La música negra, el jazz y el bues, se expandió y se encontró con la de los blancos, el folk y el country, expresión de la música popular heredera de las raíces europeas de los emigrantes que llegaron a América a finales del siglo XIX y comienzos del XX. De esta forma el proceso comenzó a germinar. También hemos de hablar de los jóvenes de la posguerra, los hijos de los que habían ido a combatir. Ellos buscaron un nuevo lenguaje, romper las barreras con sus padres, enfrentarse al nuevo mundo surgido tras la guerra, y el vehículo de ese cambio fue el rock and roll.

El primer ídolo de masas de esta historia fue un chico italoamericano llamado Frank Sinatra. Él desató la furia y el entusiasmo de las fans de su tiempo y fue el primero que despertó la histeria entre su público. Durante años cantó con las mejores orquestas, pero con la guerra estas se quedaron casi sin músicos, porque gran parte de los hombres se habían ido a combatir al frente. Entonces se benefició de un hecho insólito: en 1942 se produjo una huelga de músicos y dejaron de grabarse discos. Asimismo, todos los programas de radio se hacían en vivo y con orquestas. Sinatra comenzó a cantar sin orquesta y eso marcó un antes y un después en la industria discográfica. Las orquestas eran caras, así que ¿podía hacerse música con menos instrumentistas? Y si así era, ¿qué música?

Frank Sinatra

La respuesta la dio el rock and roll: con tres o cuatro chicos se grababa un disco que, encima, podía vender un millón de copias.

La música en aquellos años se creaba en un complejo de oficinas de Nueva York llamado Tin Pan Alley. Allí estaban los más grandes compositores y los intérpretes acudían a ellos en busca de canciones. Esos músicos pertenecían a una sociedad de autores llamada ASCAP (American Society of Composers, Authors and Publishers). Pero ¿qué pasaba con los miles de artistas menores que se hacían su propio material y estaban diseminados por el país sin que nadie se ocupara de sus derechos? Fue así como nació en 1941 una segunda sociedad de autores, la BMI (Broadcast Music Incorporated). Una pulga contra un gigante. Pero la pulga comenzó a dar saltos y se hizo cada vez más importante. Toda la música popular, y por supuesto el rock and roll cuando apareció, pasó a depender de la BMI. La ASCAP creía que ellos representaban la verdadera música americana, la «de siempre». La BMI tenía otra idea. Para ellos la auténtica música americana del momento era la que hacían los folk-singers, los jazzmen, los bluesmen, los interpretes de country o los negros con su revolución a través del rhythm and blues (blues con ritmo). Y la BMI acertó.

Las ciudades

En la primera mitad de los años cincuenta, cuatro núcleos urbanos se convirtieron en los centros musicales del país: Nueva York, Chicago, Memphis y el delta del Misisipi.

Nueva York era el corazón del mundo del espectáculo americano, lo mismo que Los Ángeles lo era del cine. En Nueva York estaban los musicales de Broadway, Tin Pan Alley y el vértigo de la nueva capital del orbe occidental. Envolviéndola, aparecían las ciudades más conservadoras, Boston, Philadelphia o la misma capital, Washington. En Nueva York coexistían el Harlem negro y el Greenwich Village, convertido en lugar de culto gracias a los artistas que vivían en el barrio. El American way of life, el sueño americano, cobraba allí sentido. Más adelante, con el estallido de la generación beat o la llegada de Bob Dylan a Greenwich, la leyenda se dispararía.

En el sur existían una serie de ciudades que unían Memphis y su vecina Nashville hasta Nueva Orleans, en el delta del Misisipi. Los estados más esclavistas estaban allí: Luisiana, Georgia, Alabama, Misisipi, Tennessee y Arkansas. Muchos negros que emigraron al norte o al oeste acabaron quedándose en el camino; por eso Memphis o Nashville se convirtieron en hervideros musicales, y allí nacieron discográficas como Sun Records, en la que grabó un joven Elvis Presley además de Johnny Cash, Roy Orbison o Jerry Lee Lewis. Los artistas que no se quedaban en el camino y llegaban a Chicago convirtieron esta ciudad en una explosión de vitalidad, aparecieron compañías discográficas y el rhythm and blues se hizo fuerte. Gran parte del blues rural americano se fraguó en el Delta, de donde llegó a Memphis primero y a Chicago después. En Nueva Orleans se consolidó el jazz, el cajún, y a finales de los cuarenta el rhythm and blues. La principal leyenda y paradigma de esta época es Robert Johnson, que grabó dos docenas de canciones en una situación lamentable, solo, con su guitarra, en una sucia habitación de hotel, por unos pocos dólares, y murió de forma violenta sin alcanzar a saber que su influencia llegaría hasta hoy.

Géneros y estilos

El rock and roll fue la suma de todos los géneros populares de aquellos días. Incluso se utilizó una fórmula para describirlo: country and western + rhythm and blues = rock and roll.

Los negros de los Estados Unidos eran esclavos. En sus genes latían los ritmos africanos. En los campos de trabajo, recolectando algodón, el ritmo se volvió tristeza, sentimiento. Los espirituales y el góspel eran su forma de expresarlo. El blues acabó fundiendo todos esos matices en uno. Frente al blues, tenemos el jazz, al que se le atribuye el papel de ser la música negra del siglo XX. El jazz, que aportó de nuevo ritmo a la música de los negros, se basaba en la improvisación y con los años evolucionó de manera enérgica, dando paso al free jazz y al hot jazz. Por supuesto que la música de los blancos se benefició de todo ello, y cuando apareció el rhythm and blues, como antesala del rock and roll, fue imparable.

En Nueva Orleans el jazz se erigió en la fuente principal de la nueva música. Allí nació el ragtime pianístico del que surgió el swing y creó el puente al jazz. El swing nació en los años veinte, se desarrolló en los treinta y alcanzó su cota más alta en los años cuarenta, con músicos como Duke Ellington. También es de destacar el boogie woogie. Mientras el swing se centraba en el sonido de trompetas y saxos, con el piano de solista y la batería marcando el ritmo, el boogie woogie tuvo primero al piano como instrumento estrella y luego fue sustituido por guitarras. En 1940, en Harlem, músicos...