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Breve Historia de Kung-Fu

of: William Acevedo, Mei Cheung, Carlos Gutiérrez García

Nowtilus - Tombooktu, 2010

ISBN: 9788497637817 , 256 Pages

Format: ePUB

Copy protection: DRM

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Price: 7,99 EUR



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Breve Historia de Kung-Fu


 

1
El legado milenario del
kung-fu

LA EDAD DE PIEDRA

Las artes marciales se originan con el propio hombre. Desde el momento en que nuestros ancestros tomaron un palo para defenderse o lograr alimento puede decirse que las artes marciales iniciaron su larga evolución. De hecho, como señala el historiador estadounidense Robert E. Dohrenwend, la lanza es posiblemente el arma más antigua que los hombres fabricaron intencionalmente. La lanza es un instrumento formidable que gracias a su alcance, letalidad y simplicidad permitió a los primeros humanos cazar y recolectar alimentos tanto en el medio terrestre como acuático, así como defenderse de los grandes depredadores para los que eran indudablemente una presa fácil. En la provincia de Yunnan, en el sur de China, se han descubierto pinturas prehistóricas en las que se observan dos figuras humanas luchando contra animales. Una de las figuras sostiene un palo en cada mano y parece buscar la ayuda de sus congéneres. También se han encontrado pinturas similares en otros lugares de China, mostrando grupos humanos organizados, armados con palos, preparando una emboscada durante una cacería.

Muchos de los útiles de piedra, hueso o cuerno del Paleolítico (c. 1,7 millones - 10000 a. C.) también pueden considerarse elementos de una primitiva cultura marcial. Diversas prospecciones arqueológicas realizadas en China han sacado a la luz restos humanos con una antigüedad aproximada de un millón setecientos mil años. En estos yacimientos se han encontrado herramientas y armas de piedra como cuchillos, puntas de lanzas o afiladores. Más que exclusivamente un arma, parece que estos útiles eran instrumentos polivalentes utilizados en diversos ámbitos de la vida cotidiana.

Durante el Neolítico (c. 7500 - 2100 a. C.) se perfeccionan y diversifican las técnicas de elaboración de herramientas. Las armas de piedra y hueso logran mejores filos, y con ello se hacen más eficientes para la caza. Igualmente, cabe suponer que los elementos no materiales asociados a la misma, como las estrategias y técnicas de caza, experimentarían una gran evolución. En la provincia de Yunnan existen pinturas rupestres neolíticas representando cacerías en las que pueden distinguirse técnicas de ataque específicas, como clavar desde una posición superior (zha) y clavar desde una posición frontal (ci). Más adelante estas mismas técnicas y herramientas se utilizarían en la guerra.

La utilización de piedras pulimentadas también fue característica durante la Prehistoria china. Estas armas se utilizaban para atacar a distancia, y su antigüedad ha llegado a estimarse en hasta setecientos mil años. Muchas de estas piedras se han descubierto en la provincia de Shaanxi, en el centro noroccidental del país. Las piedras mas grandes pesan entre 1,5 y 2 kg, las medianas entre 0,5 y 1,5 kg, y las pequeñas varían entre 0,5 kg y 90 g. Estas piedras fueron recogidas en ríos y volcanes, y posteriormente se pulieron a mano por fricción con otras piedras. Los diseños que presentan son diversos, desde la simple piedra pulida hasta una piedra atada con una cuerda, o un palo con una cuerda a la que se ataba la piedra. En ocasiones, la cuerda se ataba al brazo con el objeto de poder recuperarla fácilmente. La progresiva implantación de la agricultura y de la ganadería, así como la invención de armas más eficaces para atacar a distancia, hicieron que muchas de estas primitivas armas cayesen en desuso.

Una de estas armas «modernas» fue el tándem arco-flecha. En la provincia de Shaanxi se han encontrado puntas de flecha de hace aproximadamente treinta mil años. El arco-flecha es una de las formas más perfeccionadas de arma antigua de lanzamiento. Así, los primeros humanos descubrieron con las piedras el concepto de lanzar, aplicándolo posteriormente a la fabricación de las primeras lanzas arrojadizas, que a su vez sirvieron como punto de partida para la invención del arco y la flecha. Los inventores del arco-flecha también utilizaron anillos de hueso para protegerse el dedo pulgar cuando disparaban.

El arco-flecha fue el antecesor de la ballesta y su complejo mecanismo de disparo, y también del tirachinas chino —un tipo de arco que disparaba piedras en lugar de flechas—. Existe la hipótesis de que las primeras ballestas aparecieron en China durante el Neolítico. En el yacimiento arqueológico de Miaotigou (provincia de Henan, en el centro-este de China) perteneciente a la cultura Yangshao (c. 5000 - 2000 a. C.), se han descubierto restos de lo que parecen ser partes de ballestas. Estas ballestas rudimentarias serían similares a las que aún hoy utiliza la minoría tulong, en la provincia de Yunnan.

La aplicación de las armas y de las técnicas de caza al enfrentamiento con otros grupos humanos marca un momento trascendental en la evolución de las artes marciales. Existen evidencias de estos enfrentamientos ya en el Neolítico; en Dadunzi (condado de Peixian, provincia de Jiangsu), en Beihoulin, (condado de Baoji, provincia de Shanxi), y en otros lugares de China se han encontrado restos humanos con heridas y fracturas causadas por armas que así lo atestiguan. Durante esta transición se descubre que las herramientas y armas para cazar no satisfacen los requerimientos del campo de batalla debido a las peculiares características del enfrentamiento de hombres contra hombres. Pronto se desarrolla un abundante arsenal bélico: armas arrojadizas como la flecha, la lanza o las bolas de piedra; armas para el uso a corta distancia como el palo, el martillo de guerra, la lanza de mano y el escudo; y finalmente el cuchillo como arma para la defensa personal. A pesar de que no se han hallado escudos o armaduras tan antiguos, se cree que los primeros escudos se fabricaron con fibras vegetales tejidas de manera compacta, y también con madera y cuero. Algunos ejemplos de lo que pudieron ser estos tipos de escudo se han encontrado recientemente en el grupo étnico yemei, en la isla taiwanesa de Lanyu.

Representación de diversas armas de la Edad de Piedra.
De arriba abajo: bola de piedra con cuerda (fei shi huo); pintura prehistórica encontrada en la provincia de Sichuan en la que se aprecia una cacería y el uso de bolas de piedra; reconstrucción de lo que pudieron ser las primeras ballestas. Basado en el libro de Lin Bo Yuen Zhongguo Wu Shu Shi [Historia de las artes marciales chinas].

En la Edad de Piedra, es decir, en el Paleolítico y en el Neolítico, el aprendizaje de las técnicas de caza y de guerra se basaba en la observación y en la experiencia directa con la actividad. Durante estos periodos no existían algo así como escuelas dedicadas a la educación de sus miembros, y la transmisión oral y la práctica de los conocimientos pasaba de generación a generación principalmente en el propio contexto de la actividad. No obstante, estos grupos humanos también transmitían sus conocimientos mediante representaciones simbólicas. Tal es el caso de las danzas imitativas de tipo religioso, muchas de las cuales estaban inspiradas en la caza y en la guerra. Estos ritos se caracterizaban por la creencia en lo sobrenatural, ya que el hombre se encontraba inmerso en un mundo cuyas leyes aún no comprendía.

Nuestros ancestros, que creían que danzar imitando animales les serviría para atraerlos al territorio de la tribu, realizaban con toda probabilidad danzas que anticipaban soluciones satisfactorias a situaciones de caza o de guerra. Estas danzas rituales se llevaban a cabo antes de las expediciones. Además de su significado religioso, las danzas tenían un carácter utilitario, y es que los gestos imitativos realizados durante las danzas transmitían y recordaban tanto a los actuantes como a los espectadores los conocimientos técnicos y tácticos de las artes de la caza y de la guerra. Otro aspecto importante que comenzó a evolucionar desde la Edad de Piedra, y que con el tiempo llegaría a formar parte del kung-fu, fue lo relativo a las técnicas médicas para hacer frente a los accidentes y lesiones sufridas en estas peligrosas actividades. Así, los tratamientos básicos para reducir fracturas, hemorragias y lesiones similares se habrían descubierto en este pasado distante.

LOS ORÍGENES MITOLÓGICOS

El origen de las artes marciales chinas también puede buscarse en los relatos mitológicos. Según las leyendas, en tiempos de Fu Xi (c. 2800 a. C.) la gente peleaba con mazas de madera para elegir a sus líderes. Fu Xi fue el primero de los Tres Augustos y Cinco Emperadores de la antigua China y, según la mitología, es el ancestro de la humanidad. Inventó la escritura, la pesca y la caza, y logró imponer en los hombres un cierto orden civilizador.

Fu Xi antecedió en el tiempo a Chi You, de quien se dice que fue el creador de las armas de metal, entre las cuales figura el gancho (ge), la lanza (mao) o la alabarda (ji). Chi You y su ejército combatieron a las huestes...